¿TORTURAR ANIMALES POR UN BUEN FIN?

Si ya eran muchos los motivos por los que en este país se torturaban animales hasta su muerte, en las últimas fechas se está poniendo de moda tristemente un nuevo motivo por el que los españoles seguimos empeñados en ir en contra de la tendencia internacional a proteger cada vez más los derechos de los animales. Así, mientras otros países europeos, como Alemania o Gran Bretaña, están adaptando sus leyes para proteger a los seres vivos no racionales de los abusos de los supuestamente racionales, en nuestro país rizamos el rizo organizando corridas de toros para recaudar dinero a favor de los más necesitados o de aquellos que sufren determinadas enfermedades. Si bien es cierto que siempre han existido (no es necesario recordar la corrida de toros de la Beneficencia, que poco tiene que ver con su nombre...), en las últimas fechas se han organizado diversos "festejos" en homenaje de los donantes de sangre, a favor de la asociación española contra el cáncer, y a finales de febrero tendrá lugar precisamente en Zaragoza un nuevo festejo a favor de la Fundación Padre Arrupe, de la cual una de las más insignes colaboradoras es precisamente la Reina Sofía, gran amante de los animales e ilustre antitaurina.

Sin querer entrar en detalle en los motivos éticos, morales y de respeto hacia todas las formas de vida que a los que rechazamos la tortura de animales en su más amplio concepto nos impulsan a seguir trabajando precisamente para defender sus derechos, a cualquiera le puede surgir una pregunta: ¿Es que no hay otras formas de colaborar con los más necesitados que torturar y sacrificar cruelmente a seis nobles animales, derramando su sangre y provocándoles una larga agonía?. Porque si de lo que se trata es de ayudar a quien lo necesita (de eso no hay duda en que todos estamos de acuerdo) hay muchísimas formas de colaborar sin perjudicar ni dañar a nada ni a nadie. Miles de Organizaciones No Gubernamentales y asociaciones de todo tipo lo hacen a diario, sin buscar reconocimiento ni publicidad.... Entonces ¿porqué ahora estas organizaciones lo hacen?. La verdad es que lo desconozco, pero personalmente creo que puede tratarse de una velada campaña para limpiar la maltrecha imagen de la mal llamada "Fiesta Nacional", tan duramente golpeada por los numerosos casos de corrupción y manipulaciones puestas en conocimiento de la opinión pública en fechas recientes y sobre todo por la caída en picado de sus niveles de apoyo y seguimiento entre la sociedad española. Los datos no engañan: La última encuesta publicada por la prestigiosa empresa Gallup arroja unos resultados incuestionables: Solo un treinta por ciento de los españoles se encuentra algo interesados por las corridas de toros, mientras que hace veinticinco años este porcentaje superaba el cincuenta y cinco por ciento de la población española. Pero es que además la tendencia es imparable, lo cual nos lleva a una conclusión muy sencilla: las corridas de toros tienen sus días contados. Ahora bien, parece que con esta campaña orquestada por los empresarios y los toreros para acercar su espectáculo a la sociedad española quieran "humanizar" la tortura que sufren los animales. Al fin y al cabo, es por una buena causa...

A nadie debe escapársele que con este tipo de actos se puede recoger un buen puñado de euros para ayudar a quien lo necesite, pero no ha de olvidarse que existen otros muchos métodos para conseguirlo, sin perjudicar a nadie, y con los que además, conseguir demostrar valores verdaderamente solidarios para que estos actos no sean meramente instrumentos recaudatorios, sino verdaderamente pedagógicos. Seguir por este camino solo servirá para que a estas asociaciones se les vincule con la tortura de animales y con el desprecio del sufrimiento animal. Porque es imposible negar que este tipo de actos vulneran los derechos de los animales, y hieren la sensibilidad de todo aquél que tenga el menor aprecio por los derechos de los animales. El fin nunca justifica los medios, por lo que si seguimos por este camino sólo demostraremos que nos importa poco como conseguir nuestros objetivos, y ayudar a alguien matando y torturando no es la mejor manera.

¿Ayudar a los que lo necesitan? Por supuesto, pero nunca con dinero teñido de sangre.

José Alberto Plaza Sebastián
Presidente de Amnistía Animal

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